domingo, 18 de diciembre de 2011

Y como el chaleco de Sicilia:

Ya estoy muy vista y muy hasta la madre...

No todos los días se tienen historias para contar, las historias no salen de la nada, la creatividad surge de la nada, sí, pero no brota a chorros como agua de manantial; y si sale como agua de manantial, no se bebe toda revolcada, hay que filtrarla y hasta purificarla. Vamos, implica una labor extra.

No todos los días hay cositas sucias para decir, ni todos los días se tienen ganas de cositoensuciar.
Hay días que son anodinos, hay semanas anodinas que se convierten en meses anodinos; y entonces de la nada surge una idea, un algo, y uno se mece en esa idea abrazándola por el tiempo que resista, como la tela de la araña donde se columpian los elefantes.

Luego de casi 3 años y muchas historias - escritas, no escritas, publicadas, no publicadas, imaginadas y reales-. Esta señora tiene que seguir su rumbo y andarse por otras carreteras. Esta señora está cansada de arañarse con la vida, de tironearse hasta revolcarse sin ensuciarse.

Yo qué sé si vuelva a escribir una historia, es muy probable. Lo que sí estoy segura es que quiero hablar de lo que se me dé la gana, hasta de mí.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Frankenstein

- Cuando digo que no, no es porque esté dudando. Y le aventé reverendo portazo en la cara.

Hay días en que no estoy de humor para tolerar -sí, tolerar- ciertas pendejadas. No es que guarde rencorosamente los daños, no me olvido de los perjuicios.

Me gusta saber la tierra que estoy pisando, me gusta saber a qué atenerme con ciertos bichos, pero lo que más me gusta es ser la protagonista del show o en su defecto robármelo si se da el caso. ¿Eso me hace perra? Pues con la pena, sería más hija de la chingada si te juego el dedo en la boca para ver qué vomitas y luego puedo sacarle provecho a tu desecho.

Hace mucho que dejé de hacer olas cuando la cosa está que arde, prefiero armar escándalos por las que no para que nadie se entere por donde voy a dejar correr el agua.

Así soy, de uno aprendí a mentir, del otro a medir, de aquel a protagonizar, de alguno más a manipular... Todos han dejado algo aquí, como olvidar retazos que han hecho de mí un Frankenstein.

Hace tiempo también que dejé de disculparme por pedir las cosas como las quiero, llamarlas por su nombre y botarlas si lo deseo...

jueves, 3 de noviembre de 2011

Enterrarse

Allá se quedaría mi alma, pero el culo me lo traje puesto.

*

Hay bruma, y no nos deja vernos más lejos de un par de pasos. Pero sabemos que estamos ahí, una al lado de la otra, nos sentimos, nos olemos, nos reconocemos como el olor de las guayabas, como la bruma que esta noche nos ha caído encima.

Yo voy llena de culpas, enajenada; ella no, ella va tranquila con los ojos vacíos como estas calles sucias y silentes que vamos recorriendo juntas, siempre juntas. Somos iguales, pero no somos la misma, algún día sin querer podríamos llegar a confundirnos pero nunca seremos la misma.

Su voz me suena hueca, llena de hastío diciendo que ahora toca enterrarme, guardarme hasta que la marea esté baja y podamos dar el siguiente golpe. Desaparecer hasta que nos llegue la hora. Ella habla por mí y yo le creo. Ella va delante de mí y yo la dejo. Ella lleva el timón y yo le peso como un lastre pero siempre juntas.

Enterrarse es suspender el tiempo por dentro y abrazar la oscuridad; afuera no, afuera no hay nada, te olvidan en un instante. La ansiedad de ver pasar los días uno detrás de otro para que se abra esa puerta y verme salir de este agujero de cuatro paredes blanquecinas y frías como esta bruma.

**

No puede haber más filtraciones, me dijo, ahora eres famosa en letra de molde. Te cagaron, eso es muy obvio, te estaban esperando, y si no fuera por mí, te matan. Ahora tú y yo tendremos que ser la misma; ahora eres terrorista y toca que joderte el lado b, no hay más. Somos un par de leprosas asesinas, nuestras manos siempre olerán igual: a pólvora, a vino, a sexo. Y no vamos a dejar de huir hasta lograr nuestro objetivo.

- ¿El objetivo? ¿Cuál objetivo? ¿En este punto aún queda algún objetivo? ¡Nos cagaron, que no lo entiendes, nos cagaron!

- ¡No! Te cagaron a ti, por estúpida, por ir sola. Ahora tú te entierras y yo voy por ti hasta obtener resultados. Te quebraron y una vez quebrada te quedaste ensartada en la grieta, no aguantaste la presión. Ahora me toca a mí ir de lo privado a lo público, del pudor a la exhibición.

***

Ella siempre supo que la verdad era otra, que la verdad era peligrosa. No dijo nada para protegerme, sabía que me estaba haciendo daño y no quiso evitarlo. Me gusta la forma en que me miente, porque me miente como si yo fuera una imbécil para que no me dé cuenta que nos obliga a escaparnos. Ahora que yo siento culpa, ella no siente nada; aunque la besara seguiría sin sentir nada. Y yo haría cualquier cosa por ella, incluso dejarme matar. Lo sabemos.

- Regla #1. Eres invisible, a partir de este momento no eres nada.
- Regla #2. Eres muda, el mundo debe creer que aquí no hay nadie.
- Regla #3. Estamos solas, el "allá afuera" para ti dejó de existir.

Y esa será la diferencia entre la vida y la muerte, más vale que te apegues a estas reglas.

****


No hay nada peor que esperar a que llegue esa hora, y saber que esa hora no llegará sino hasta que mis manos dejen de temblar y pueda volver al timón; mientras, ella seguirá dirigiendo nuestro rumbo. 

Caos, destrucción, muerte, abrir los ojos y saberme aún aquí.


Esperar el momento del atraco; esperar a que llegue a buscarme; el tiempo es algo agotador y suspenderse en el tiempo es batalla perdida.  Rasco en las nubes para llenar ese tiempo, aquí no se puede coger, no se puede llorar, me vigilan de la noche a la mañana, de la mañana a la noche.

Entonces solo me queda la cabeza, perderme en mis propios pensamientos, puras pendejadas, pero pienso.
Imagino cosas, lo que perdí, lo que se quedó afuera cuando suspendí mi vida, un cuadro tras otro como las películas, como la construcción de una alcoba y los detalles de un encuentro, los colores, los aromas, las palabras.

En este encierro ella me enseñó a ser puta, drogadicta, asesina, cabrona, a pelear a traición y a partirle la cara a cualquier hijo de la chingada que me mire mal, a perderme en los libros para no volver y seguir construyendo cosas en la cabeza y luego estallarlas para ver botar las esquirlas.

Vivir en mi cabeza, solo eso, un cráneo; y si tuviera que narrar todo lo que he pensado estando encerrada tardaría el mismo tiempo que estoy perdiendo ahora en este entierro.

A veces resignarse es algo inteligente. Y la puerta se abre.

*****

Esta ciudad es una mierda, aunque las puertas se abrieron, este entierro se irá conmigo; sus calles son como el patio de un gran penal, donde todos giran en silencio, mirando por el rabillo del ojo para evitar que la muerte les sorprenda en un descuido. Nadie mira de frente, a todos les da horror reflejarse en otros ojos vacíos. Ojalá nunca tengamos que volver. Quiero que ella nos desprenda de esta ciudad que se alimenta de odio y se odia a sí misma. Yo nos quiero salvar, nos podemos salvar, en otro lugar.

viernes, 21 de octubre de 2011

Antes muerta que sencilla

Y es todo lo que tengo que decir por el momento...

miércoles, 10 de agosto de 2011

Constrúyeme un refugio entre tus brazos

Aunque sean de arena.

Por hoy, justo este momento en que mi cuerpo se dispone a atravezar los desiertos,
refúgiame de todo, hasta de mí.

Y por la mañana que te lleve el viento y lo desaparezca todo,
contigo, conmigo.

Refúgiame en este instante, en que nada importa,
cuando estamos solos todavía.

Conviértete en isla o en una montaña,
algo que no ahogue pero me contenga.


lunes, 18 de julio de 2011

Intentos

Quiero dormir, dormir mucho,
noches enteras que se vuelvan días y no me dé cuenta.
Que las cuentas del día se acumulen en el buzón y a nadie le importen,
menos a mí.

Quiero que mis pestañas protesten entrelazadas como valla y no dejen pasar la luz,
que mis párpados como la cortina de los tenderos se dejen caer pesados,
Que el polvo de los muebles y las telarañas se acumulen por todos lados.

Respirar inerte, sin prisas, sin miedo, sin mayor deseo de nada.
Que mi mente logre fluir serenamente, fluir nada más.
Y que en cada pausa sea posible hundirme más en mi propia pasividad.

Quiero dormir por días, por semanas, por meses, hasta que vuelva el invierno
y no sea realmente nunca de día para no tener que darle la cara a la luz...

domingo, 17 de julio de 2011

Me duele su sentido común.

Eso lo acabo de leer en un tweet, luego vengo y lo pongo acá. Después recuerdo que este no es mi diario y es un blog para otro cometido, pero qué mieda, el blog es mío y al final si quiero lo borro. Igual no hay mañana y no lo borro.

Esa capacidad de borrarlo todo se vuelve recurso agotable, del volver a empezar una y otra vez, de decir no quiero esto, no quiero aquello, no soporto más y lo boto todo por una ventana para volver a empezar.

Siempre contuve el impulso de aventar mis documentos de identidad por la carretera, pasarles las llantas por encima para sentir que con ello podía volver a borrarme toda, darme reset, no lo he hecho, no lo hice y ahora no sé porqué, debí hacerlo.

Me duele hasta su sentido común, el suyo, yo ni tengo. Por eso me duele el suyo.

Esto de deprirse es tan noventero y a mi los noventas nunca me combinaron.
¿Dónde me escondieron mis documentos de identidad? ¿Dónde dejaron las llaves del carro? ¿Dónde escondieron mi bolso?

Que quiero pasarle a su sentido común por encima...

domingo, 3 de julio de 2011

De putas y de embaucadoras

- Las putas embaucadoras son las que como esposas te piden quincena, pero además se comparten entre varios.

- ¿De qué hablas? ¿Aún crees que existen esos términos de relación?

Dudo que aún exista alguien que quiera pasarle toda su quincena a otro por nada y mucho menos si es compartida...  como si supieran del compartir los favores sexuales. Aunque estando las recesiones como están apenas con muchas carteras abiertas.

Además todas las putas tienen algo de embaucadoras, es hasta cierto punto un pleonasmo decir putas embaucadoras; al final es una transacción y hay que saber negociarla en los mejores términos. Me cuestionaría más sobre las putas emocionales, que sobre las putas comerciales. Esas que te piden afecto y atenciones a cambio de su cuerpo, en lugar de la quincena.

Nada como levantarse después de una cogida con la libertad de saber que abres y cierras las piernas sin ningún otro deseo ulterior. ¿Promiscuidad? ¿Y por qué no? Si no pides nada a cambio más que orgasmos.

Pero tú qué vas a entender de eso si siempre "haces el amor en tu mullida cama". Coger es otra cosa que nada tiene que ver con tus sábanas blancas y almidonadas.

jueves, 23 de junio de 2011

Azules que no me dan

Intuición: esta vez no me falles porque me derrumbas toda la estrategia...
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De cuando crees que has encontrado lo que quieres justo para este momento y no te alcanza para comprarlo; y no sabes si las vueltas de la vida se pondrán de modo para que puedas tenerlo o si la vida misma te dejará disfrutarlo.

Si me cuestiono es porque mi intuición es mucha pero mi seguridad poca.

Yo quiero todo en turquesa, le dije.

Turquesa no es un color, me respondió. Es verde con azul, para llegar al verde hay que mezclar amarillo con azul. Y por más que los mezclo y mezclo, el color se me resiste...

sábado, 18 de junio de 2011

Intersex

- ¿Qué mierda se pone en una felicitación por el día del padre?

Esas fueron mis primeras palabras cuando Nona me levantó el teléfono. Dudé en llamar a la Nona, porque eso daría pie a que me preguntara otra serie de cosas que ni yo misma me he querido plantear.

Nona se quedó callada un largo rato y me dijo: Sin duda lo que tu tía Deborah te habría dicho sería lo mejor ha sido mejor padre que yo, pero a mí con que no me traigas una lavadora el 10 de mayo...

Perdí a mi padre cuando estaba aprendiendo a escribir, creo que a excepción de hojas rayadas con plumines y pegostes de garbanzos, nunca le escribí una nota "decente". Ni siquiera de mayor tuve la sensibilidad de escribir nada con referencia a mi padre, los fantasmas hace mucho que dejaron de intrigarme. Ahora mismo me da flojera pensar que le diría a mi padre si lo tuviera cerca.

 Mi madre me cambió por un militar; el típico caso de hombre nuevo, vida nueva...

Judía, asperguer  y luego bipolar, criada desde la infancia por un travesti y una cantante de folk lesbiana. Los días hallmark en mi vida se reducen a... cumpleaños; y uno no puede ir invocando al rey David en todas las ocasiones ¿o sí?.

Me podría sentar y explicarle a la Nona que mi única motivación para escribir una felicitación por el día del padre es porque me atrae lo suficiente un hombre que conozco y tiene hijos; pero si le admito eso verbalmente la escandalizo.

Y no porque el hombre en cuestión tenga hijos, ni porque me guste un hombre, sino porque me gusta lo suficiente como para motivarme a pensar y crear una felicitación complaciente para halagar y abrir mi afecto, lo más heteronormal que mi memoria bloqueada pueda registrar.

Largo camino hasta llegar aquí, a una felicitación anodina por el día del padre. Más de treinta años para que la normalidad me absorbiera y me siga resistiendo a ser mujer y que me guste un hombre.

Nona y yo calladas al teléfono pensando en todo esto sin emitir palabras.

viernes, 3 de junio de 2011

Segunda y última lección.

Si tomas un misil y lo diriges al objetivo más cercano se luce el misil, tú no.

Tienes que hacer una lectura rápida de todos los objetivos, trazar una estrategia para reconocer al mejor, buscar el momento propicio... no dispara ni antes, ni después.

Dejar de medirte en tu propio espejo, los espejos siempre te dicen lo que quieres escuchar.

Las palabras tienen significados.

Y luego te quedaste en silencio.
Los silencios también tienen significado, pensé.

Luego yo me quedé en silencio.
Lo logré.

Y de nuevo vienen palabras pero ya sé que no significan nada.
Significa más lo que callas.

Demasiada agua.

Tengo los pies sumergidos en un río,
sentada veo correr con violencia un cauce que a su paso todo arrastra,
agazapada en un rincón que me proteja de la tormenta.

Confundo los días con las noches y sólo sé que hay demasiada agua.

domingo, 8 de mayo de 2011

Silencio

A veces el silencio acumula todas las palabras que no se quieren decir,
otras tan sólo cansancio y no tener nada para agregar.

Te cortaste como al levantar espuma,
Algo que se rompió y no hizo ruido,
el desencanto sabe a leche agria,
a sexo del cotidiano,
al ver pasar los días
y que no pase nada.

jueves, 14 de abril de 2011

Recuerdos de infancia.

Ana no bajó a recibirme.

Cuando mis padres no están, Ana nunca baja a recibirme.

Me gusta subir sola las escaleras hasta el cuarto piso, pero creo que no está bien, el hombre del bus siempre le dice a Josef el portero algo que no alcanzo a comprender pero luce visiblemente molesto.

Syed me recibe siempre con gusto y me regala awamat y me dice: ¡no le digas a nadie que has comido postre antes de la cena, es un secreto entre tu y yo! Sube mi lonchera y el súeter mugroso que vengo arrastrando cada tarde. Subimos con calma, contando los escalones a veces me pide se los cuente en inglés y otras en castellano, así, hasta llegar a mi piso; luego contamos en árabe paso a paso y tocamos fuerte la puerta para que Ana nos escuche. Yo creo que Syed no sabe contar en hebreo como Ana.

Hoy Syed está ocupado atendiendo a la señora del primer piso, le ha dicho algo al chofer del bus que no entendí, sólo sé que ha dicho que no ha visto a Ana bajar en toda la mañana. A veces habla tan rápido y no entiendo lo que me dice, pero como no me hace caso, le he dicho que voy a subir sola por el elevador y que suba mis cosas después. Creo que tampoco él me entendió nada,  porque me respondió: yallah, yallah... como le dice al chofer del bus.

Sé usar el elevador porque a Ana no le gusta contar los escalones. Así que camino sola hasta mi puerta, toco y nadie responde, la empujo y noto que está entreabierta.

Entro despacito para asustar a Ana; la busco en la cocina y no está; en la sala y no hay hay nadie; en la oficina, en su recámara, en la mía, debajo de las camas, adentro de los clósets y nada. Subo al piso de la recámara de mis padres y resuelvo el misterio; ahí está Ana profundamente dormida al lado de Benjamín, su novio.

Este nuevo novio de Ana no me cae tan bien como el anterior, lo he conozco poco y le entiendo aún menos, habla muy rápido el hebreo, como queriendo ahorrar palabras y me mira siempre con recelo. Y además no me cae tan bien porque nunca me trae nada.

Mis padres no saben que Ana tiene novios y vienen a visitarla cuando ellos van de viaje; es otro secreto que guardo con Ana. Me gusta tener secretos, he aprendido que los secretos son como chocolates escondidos debajo de la cama, nunca sé cuando me van a castigar sin postre y necesite comer de la reserva. Eso no me lo enseñó Ana, me lo enseñó la Nona en San Diego.

Entré despacito a la recámara, mi primera intención era brincarles o correrles las cobijas, pero al voltear a la cómoda vi que brillaba una negra y temeraria pistola, no lo pensé demasiado y extendí mi mano izquierda para tomarla, y entonces descubro que las pistolas además de pesadas son frías, así que recurro a la fuerza de mis dos manos y la levanto.

El vértigo de haber tomado la pistola es inexplicable, rodear con mis dos manos algo tan pesado y frío,

Con el mismo sigilo he salido de puntitas a la sala, apuntando a todo con la pistola. Me detengo en la ventana y apunto a los pájaros de los postes, a los autos que pasan por las calles, a los botes de café y azúcar en la cocina, a los muñecos de peluche horrorosos que me regalan mis tíos cada cumpleaños. Me voy por todo el departamento apuntando y sin hacer ruido.

Entonces se escucha que llaman a la puerta, corro con todo y pistola en mano a abrir sabiendo que es Syed con mi mochila. Al abrir, en efecto, es Syed que pega de alaridos al verme con la pistola en la mano, trata de quitármela, forcejeamos pero me le escapo y suelto a correr al cuarto de mis padres, en el camino venían Ana y Benjamín asustados tratando de entender lo que estaba pasando.

Benjamín en dos zacadas quiere llegar a mí, algo me grita pero no lo entiendo, su rostro está desencajado por la furia, tropiezo...

El ruido seco que hacen las armas al dispararse será un recuerdo que quedará perenne en mi mente, los cristales estallar, la caída de Benjamín, el brotar de la sangre al rozar su pierna, el olor particular de la pólvora...

Sentada aquí, viendo a Benjamín a 25 años de distancia, me cuestiono cómo fue que no afiné bien la puntería...

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viernes, 4 de marzo de 2011

Balada para Mariana.

Desayunaba cuando escuché la noticia de que la avioneta se había caído. En ese instante supe que no era una caída fortuita y que tenía que despedirme de mis vacaciones. Acto seguido emprendí un largo vuelo de regreso a México con un gran archivo reposando sobre mi regazo. Mi jefe al despedirse sonrió malicioso y me dijo: ya venden harnés en kit de viajero.

Había seducido mujeres muchas veces, pero esta vez me especificaron que hiciera un acercamiento casual por un medio abierto: usa twitter. Agentes de la división de cibernética habían estado monitoreando y descubrieron que a la honorable le gustaba jugar al twitter con un perfil masculino, y que se acercaba a las mujeres que admitían su gusto por la "diversidad", las contactaba por mensajes privados y trababa una amistad cautelosa para luego invitarlas a fiestas swinger que organizaba en un edificio de la colonia Roma. 

Abrí un perfil ambiguo: nombre extranjero, fotos ficticias, agregué a todos los medios de comunicación, políticos y analistas, describiéndome como un persona radicada en México con especialización en estudios queer. Durante un par de semanas logré hacerme de un número considerable de twitts y seguidores, incluso, descubrí la red de amigos que ella había enlazado. 


En la convivencia diaria, más de uno dudaba sobre mi sexo y mis preferencias sexuales. Ella sola vino a mí, me envió un mensaje preguntando: ¿eres hombre o mujer?. Le respondí con mucha cautela de manera jocosa pero intrigante, desviando su atención y logrando romper el hielo. La agregué en una lista que nominé: "hombres interesantes". Siempre funciona.

En algún twitt dije que venía de una fiesta swinger, que me había tocado el rol sádico de la noche pero que siempre obtenía mayor propina cuando era sometida. Inmediamente recibí su DM, preguntando: entonces, ¿eres mujer, prostituta, bisexual, masoquista?. La manipulaba cuan perrita de Pavlov, salivando por mis respuestas. Luego de un par de semanas, le envié un DM con un correo y un link con varias fotos desnuda. Le dije que había trabajado de escort en San Francisco durante mis estudios y que radicaba en México por un tiempo, en lo que se tramitaba mi doble nacionalidad. Yo la tratraba como hombre, como un señor, era evidente que le gustaba jugar a los roles. Me respondió un par de horas después y me invitó a pasar el fin de semana a un festejo en una casa de citas. Incluso negociamos el precio.

Fui al lugar donde ya sabía que organizaba sus reuniones, estaba por ser el cumpleaños de su pareja el siguiente fin de semana. Así que hablé con la mujer que adminitraba y "amistosamente" le solicité su colaboración; a decir verdad la amenacé, le dije que estabamos dispuestos a volar el local con todos dentro haciendo parecer un crimen del narco, de los que salen en los periódicos todos los días o que podría obtener jugosa ganancia del escándalo que se iba a armar. 


Con una visible cara de disgusto me respondió: - la única diferencia entre mis putas y tú, es que las mías no se andan con tanta mierda patriotera para vender el culo, y tú le tienes las nalgas empeñadas a "tu comunidad". 
Sonreí y accedió. No podía hacer otra cosa, y mientras permitiera el acceso para la instalación del equipo, sus opiniones me las iba pasar precisamente por las nalgas. 


************
Hacía bastante frío por lo que me pusé un abrigo blanco para salir pero lleva un vestido ceñido al cuerpo de color caramelo, cerrado de enfrente, a la altura de la rodilla y con la espalda descubierta, el cabello revuelto, medias old school perfectamente colocadas haciendo de la línea una vertical perfecta en la parte posterior de mi piernas y una botas perladas de charol con delicados detalles de cadenitas bordeando el tacón.

La fiesta había iniciado, reconocí a varios de los tuiteros que había contactado. 


Personajes bastante públicos tallándose las pelucas o poniéndoselas, según fuera el caso. Políticos travestidos, periodistas en trajes látex con látigos y cadenas dispuestos a recibir su castigo como si no estuvieran sometido en su día a día. Al momento de entrar una de las putas de la casa te acercaba una charola con cois y otra te acercaba una copa de morning glory. La escena del eminente personaje católico disfrazado a lo Beba Galván me remitió inmediatamente a un collage de kitsch barroco, como si el ambiente no fuera decadente.

Entonces ella se acercó y me saludó, me dijo que era mi anfitrión. Tomó mis dos senos entre sus manos, preguntando:

- ¿verdad o truco?. 
- It's a gift, le respondí.

Me viene ese primer roce como el de una mujer de rasgos endurecidos, complexión andrógina, músculos firmes, piel aceitunada y su famoso cabello crespo, así, libre, no lo llevaba atado como suele llevarlo en eventos oficiales. Acompañada de una chica algo menor que ella que me presentó como: su mujer. 

Me llevó a un cuarto oscuro, las cámaras instaladas me iban siguiendo al lugar que me dirigiera, así que pudimos tener acceso a cualquier parte donde deseara pasar el rato conmigo. Me tomó del cuello bajando su mano alrededor de mis hombros, pidiendo que me quedara quieta, rodeo mis senos con la mano rígida, apretando los pezones, buscando detectar la desnudez debajo de la tela vaporosa, recorriendo cada parte dura y blanda de mi cuerpo, se postró a mi espalda para descalzarme, desabrochó mis botas con los dientes, mientras ella me urgaba más allá de las telas que cubrían mi vientre. Despacio pero con cierta violencia, me empezó a despojar del vestido, yo subí mi pierna a su hombro para que bajara las medias, pero las acarició y me dijo que esas las prefería puestas. 

A lo lejos vi acercarse a su mujer, tranquila, sonreía; se detuvo a algunos pasos de nosotras y se sentó a observarnos; pero ella, se levantó y la tomó de la mano, la acercó y le dijo: ¿este es el juguetito que querías que te trajera a conocer?; la chica entonces se me avalanzó y nos empezamos a besar, fue Mariana quien tomó asiento en una butaca pequeña, observaba, se tocaba, mientras nosotras nos besabamos. Desnudé a su mujer arrancando la abotonadura de la blusa, rasgando con fuerza el sostén, parecía disfrutar bastante dejarse llevar, mientras metía la mano entre sus piernas, despojándose las bragas. Y yo pasaba la lengua por sus senos, subiendo por el cuello muy lentamente, hasta tocar las orejas y luego halando su cabello hacia atrás. 

Rodamos por el piso hasta llegar a sus pies. Ella, que se había quedado sentada en uno de los sillones contiguos, de pronto la vi desnuda acariciando la espalda de su chica, pasando insistentemente los dedos por la costura de mis medias. Se quedó viendo la escena un rato, tocándose, su mujer la acercó a nuestro juego, pero ella solo penetraba a su mujer, y parecía enajenada con la idea de mordisquearme los muslos, apretarlos, olerlos, saborearlos.Pasamos varias horas así, una besando a la otra, mientras la tercera tocaba a la primera. Ahora que lo pienso, aquel era un cuadro lúdico: tres mujeres rodando por el piso de cuarto oscuro.

Salí de ahí ya casi al amanecer, con mi paga en efectivo sujeta entre las medias que nunca me quité. 
*****
Afuera me esperaba un taxi que me llevó al helipuerto. No volví a revisar las cuentas de redes sociales, supe por quienes se quedaron al cargo, que había recibido más invitaciones para otras fiestas, pero con una había resbalado lo suficiente la pobre mujer.


La operación había sido un éxito, horas de archivo grabado para darle al traste al gobierno mexicano con un escándalo mayúsculo si no nos resolvía favorablemente la cuestión del avionetazo. Y no, no lo resolvieron, y como cada quien tiene que cuidar por los suyos, les dieron un ultimátum: o entregas a quien nos tumbó la avioneta o...


Hoy mis piernas cubiertas con medias de costura anterior aparecieron por todos lados, mientras yo estoy sentada en mi cama y jugueteo con ellas entre mis dedos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

¿Y cómo se arma una explosión sin salir ardida?

Faraz Abadi, 57 años, nacido en los Emiratos Árabe y emigrado a Líbano durante los 80s, empresario, inversionista en la industria hotelera y la crianza de caballos. Pasa la mitad del año con su familia entre Londres y Medio Oriente. Padece de avanzado lupus erimatoso que por ahora lo mantiene en silla de ruedas. Y queremos que llegue vivo.

El resto de las indicaciones que me precisó eran en resumida historia: negociar el intercambio de una avioneta, facilitar un secuestro y arreglármelas sola. Así, sin más; construir un caso, organizarlo, ejecutarlo, borrar las huellas y huir. Lo de siempre.

Había pedido una baja temporal, luego de tantos años en el servicio deseaba regresar con Nonna y la tía Debbi. Finalmente, ellos eran mis padres, los únicos a quienes podía recurrir cuando el cielo se me nublaba.

Pero en la última reunión con oficiales al mando, mi padrastro al escuchar mi petición me gritó delante de toda la sala:

- No te has de largar como si nada, neshamáh. Primero vas a retribuir todo lo que la Metzadáh ha arriesgado cubriendo tu inestabilidad mental desde que te convertiste en su "huésped distinguida".
Y si tu reloj biológico es lo único que escuchas estallar por ahora, no significa tampoco que tengas una familia esperándote en Israel, eso, que te quede muy claro.

A lo que pude atinar a responder: Señor: espero entonces nuevas órdenes para terminar mi ciclo y recibir mi licencia de baja temporal. Mi familia, por cierto, vive en California desde 1993.

Luego de varios meses de espera me ha llegado ésto. ¿Y ahora qué?¿Cómo hacer para que un paralítico muerda mi anzuelo? ¿Cómo invento un truco que me lleve a despedirme de los restos de familia que me queda?

Supongo que todo es cosa de saber hacer: ¡click!

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martes, 1 de marzo de 2011

¿Me adoptas?

Como cachorrito travieso,
como gatita de alfombra,
como palomita con el ala rota,
como tortuguita de tierra,
como conejito de sombrero,
como pollito friolento,
o como las plantas del baño...

¿Me adoptas?

Y te prometo
no romper los mubles,
ni arañar manteles,
ni ensuciar el piso,
ni escarbar jardines,
y pedirte agua una vez al año.

Pero, ¿me adoptas?

lunes, 7 de febrero de 2011

Granadas

Con la cascara dura y llamativa,
difíciles de pelar y desgajar,
más fáciles de manchar con su jugo indeleble,
que si la tomas con violencia, la desbaratas,
con una piel delicada para separar cada gajo, 
cada grano,
y ese saborcito entre dulcón, ácido y amargo.

¿Así o más claro?

viernes, 4 de febrero de 2011

Roof Garden.

Supongo.
Llego en silencio.
Dirijo mis pasos justo a la puerta de tu edificio.
Con ojos enormes abanico cada centímetro del entorno.
Camino hacia donde me digan que estás.
Espero paciente a ser recibida.
Extiendo mis piernas como niña ansiosa.
Apareces delante de mí, sin atinar qué decir.
Alargo mis manos y muestro las semillas.

Me guías por un laberinto.
Escucho tu voz recitar a lo lejos.
Avanzo a una luz que inmensa me ciega.
Abro las palmas vueltas al cielo y muestro mis semillas.
Reconoces los nudillos de mis dedos.
Los tomas y preguntas mi nombre.
Respondo que las arborescentes de rama abundante no crecen en sombra.

Las sombras envuelven mi espalda.
Con presición justa reconocen mi cuerpo.
Dejo que recorran el contorno de mis muslos.
El rubor de mis mejillas nos delata.
Un acceso febril vence mis piernas.
No opongo resistencia.
Descubro que hay momentos en que la ropa no estorba.

La tierra se siente húmeda, como yo.
Raspa el contacto de la arena fina.
Busca mi boca tu barba desprolija.
Mis uñas no adivinan más tu pecho.
Ni tus manos mi sexo.
Ni mis piernas traviesas que trepan de tus nalgas a los hombros.
La respiración sube al ritmo de mis caderas.
Y mis senos hacen juego a las flores recién sembradas.
Hasta que el cielo y la ciudad se vuelven uno.
Y el agua del hubiera que no existe.

sábado, 15 de enero de 2011

La Gata...



De voz estudiada y dulce, dicción silbante y falsa calma. Sumamente inteligente y peligrosa. Su trabajo como espía era más temible que 10000 hombres. Una Sibila moderna muy de la flexibilidad ideológica y las acrobacias intelectuales. Siempre llevaba una beretta en el bolso y las pulseras más escandalosas que se habían escuchado por estos lares.


Y volverá muy pronto...

viernes, 14 de enero de 2011

Entrevista.

No todo en la vida es pasar con sigilo, a veces es necesario hacer ruido, mucho ruido para atiborrar los sentidos con el escándalo, al punto que no puedan distinguir entre quienes van y quienes vienen.

Tienes que aprender a elegir, neshama. Aprender cuando tienes que correr, caminar o parar. Cuando tienes que quedarte, esconderte o huir. Lo mismo con lo que digas.

Te pedí que vinieras al edificio para que veas desde lo alto de la colina el camino que te falta. Ni tu bobbe, ni tu tía te necesitan más. Volverán a respirar aliviadas de haber salido de tí, de esa jaula que te contiene.

No hay funerales, no hay lágrimas tampoco, vas a cerrar el operativo de la frontera, caminar y no voltear la vista a lo que dejas atrás...